Saturday, January 27, 2007

Homily for Sunday, January 28 (in Spanish)

(Lucas 4)

Un dibujo famoso apareció hace ochenta años en la portada de una revista americana. Muestra a un hombre demasiado sofisticado. Lleva abrigo y sombrero de copa. Está mirando con monóculo una mariposa. Parece decir el señor: “¡Que interesante el bicho!”

Con tal arrogancia la gente de Nazaret mira a Jesús en el evangelio hoy. Lo trata como una curiosidad, un bicho con colores variados. Para estos hombres Jesús es solamente el hijo de Pepe que ha ganado alguna fama por sus curas. Posiblemente están diciendo entre sí mismos, “¿Por qué él no nos da a nosotros una muestra de su magia?”

Les falta a estas personas un aprecio de Jesús como profeta, el hombre de Dios. Sus curas no son trucos. Más bien, son actos autorizados por Dios para indicar que las palabras de Jesús valen acatamiento. No está allí para entretenerlas sino para instruirlas acerca de la voluntad de Dios.

Hasta el día hoy muchos ven a Jesús como si fuera una mariposa. Dicen que era un buen hombre pero ¿qué me importa? Se fascinan con la canción famosa tanto en español como en inglés, “A mi modo.” Jesús instruye que tenemos que rezar por aquellos que nos ofendan. Pero dicen ellos, “No es mi modo; yo voy a tener venganza.” Jesús instruye que hemos de decir la verdad. Pero dicen ellos, “No es mi modo; yo voy a echar mentiras cuando me parece oportuno.”

En este país estamos muy inclinados a hacer las cosas “a mi modo.” Recientemente la asociación de ginecólogos ha anunciado que todas las mujeres embarazadas deben someterse al examen para determinar si su bebé tiene el síndrome de Down. Quiere dar a las mujeres la oportunidad de cuidar al bebé con el síndrome “a su modo”; eso es, abortarlo. Es realmente una tragedia porque personas con el síndrome de Down no sólo son imagines de Dios dignas de respeto sino también promueven cariño y gozo en la familia.

En frente de una iglesia en el sur de California hay una imagen de Jesús sentado. A su lado está una mujer a quien está aconsejando. La mujer tiene que decidir: ¿es Jesús un profeta cuyas palabras valen el acatamiento? O ¿sólo es un buen hombre con consejos “interesantes”? ¿Va a vivir según sus preceptos o a sus propios modos? Es una postura y una pregunta para todos nosotros. Que nos pongamos al lado de Jesús para escuchar sus consejos. ¿Valen el acatamiento? O ¿vamos a vivir “a mi modo”? ¿Será su modo o mi modo?

No comments: