Lucas 1 & 4
La novela El Poder y la Gloria fue escrita por un autor católico. Tiene que ver con la persecución de la Iglesia en México. Un sacerdote ha sido infiel al celibato. Sin embargo, sigue creyendo en los sacramentos y últimamente el estado lo ejecuta por celebrar la misa. La introducción del libro llama la atención. En ella el autor cuenta de la interrogación que le dio el Vaticano por haber escrito de un sacerdote decaído. En el Evangelio según San Lucas que escuchamos hoy y casi todos los domingos este año hay otra introducción que llama la atención.
San Lucas es el único escritor en el entero Nuevo Testamento que escribe introducciones. Y él la hace dos veces – una vez para su evangelio y otra vez en los Hechos de los Apóstoles. En las dos San Lucas menciona la persona por la cual está escribiendo – un tal Teófilo. No sabemos quien es este hombre. Pero puede ser un cristiano fijo o, tal vez, usted desde que Teófilo significa “amigo de Dios.”
San Lucas nos dice también que después de investigar todas las cosas acerca de Jesús, él las escribe “por orden.” Imaginamos que San Lucas quiere decir que va a poner en más orden los eventos relatados en el Evangelio según San Marcos escrito algunos años antes. Una cosa es el lenguaje. San Lucas no incluye palabras foráneas en su relato como hace San Marcos. Por ejemplo, en el Evangelio según Lucas cuando Jesús levanta a la hija de Jairo de la muerte, no dice “Talitá kumi” como en Marcos sino sólo, “Niña, levántate.” Otra cosa es la secuencia de la narrativa. Los eventos en el Evangelio de Lucas son más fáciles a seguir. Donde San Marcos trata la negación de Pedro en dos partes – antes y después de la interrogación de Jesús -- Lucas termina con la historia de la negación antes de tratar la interrogación de Jesús.
Después de la introducción la lectura hoy brinca al principio del ministerio de Jesús. Lucas nos dice que Jesús regresa a su pueblo donde entra la sinagoga al día sábado. Entonces lee la Escritura del profeta Isaías y hace un discurso de sólo catorce palabras: “’Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír.’” En el Evangelio según San Mateo Jesús comienza su ministerio con el gran “Sermón del Monte.” Una vez más Lucas escribe de manera más simple que los otros evangelistas.
Por la lectura de Isaías con el discurso breve Lucas indica dos temas principales suyos. En primer lugar, muestra la preocupación por los necesitados: los pobres, los cautivos, los ciegos, y los oprimidos. No debe sorprendernos que solamente en este evangelio escuchamos la parábola del pobre Lázaro y el rico o solamente en este evangelio tenemos la historia de Zaqueo prometiendo la mitad de sus bienes a los pobres.
También en el pasaje hoy escuchamos del Espíritu Santo, otro tema en que Lucas hace hincapié. Sólo en Lucas Jesús dice que el Padre enviará al Espíritu Santo a aquellos que lo pidan. Por supuesto, es en los Hechos de los Apóstoles, escrito por el mismo Lucas, donde encontramos al Espíritu Santo descendiendo sobre María y todos los discípulos. Seguramente, el propósito de Lucas es para recordarnos que el Espíritu está con nosotros también. Y no solamente esto, sino que el mismo Espíritu nos mueve a actuar por los necesitados.
Para los orientales el año 2007 es el año del cerdo. Para las Naciones Unidas es el año de los derechos de las personas desplazadas. Para los científicos es el año para estudiar dos cosas: los polos de la tierra y el sol. Y para nosotros cristianos Católicos el 2007 es el año para leer el Evangelio según San Lucas. Que aprovechémonos de este año por hacernos todos verdaderos Teófilos. Eso es, que seamos amigos de Dios con la preocupación de los necesitados en el Espíritu Santo. Que nos preocupemos de los necesitados en el Espíritu.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment